Para comprender un texto es necesario saber “mirarlo”. Nuestras preguntas -como docentes pueden ser arbitrarias o relevantes, pueden ayudar a comprender, a fomentar su espíritu crítico y pueden proporcionarles herramientas para seguir aprendiendo. O pueden centrarse en detalles poco relevantes, superficiales y que no despierten su curiosidad, sus ganas de aprender y de seguir leyendo.
Estas son algunas claves para lograr lo primero y evitar lo segundo:
- Haz preguntas que ayuden a los niños a identificar la clase de texto: ¿Es una infografía? ¿Un folleto? ¿Una web? ¿Un cartel publicitario? ¿Unas instrucciones? ¿Una entrada de una enciclopedia? ¿Un listado de consejos? ¿Una noticia?...
- Hablad sobre el tema: ¿De qué trata este texto?
- Hazles ver cuál es su estructura: ¿Qué partes tiene? ¿Cómo se ha organizado la información? ¿Cuáles son las partes de este relato?
CONTINÚA LEYENDO EL ARTÍCULO COMPLETO AQUÍ
AUTORA: PILAR PÉREZ ESTEVE
No hay comentarios:
Publicar un comentario