Genial, Elena. Me lo copio. A veces somos los propios maestros los que hacemos que los niños odien los libros. Que lean porque les plazca, por gusto. Si los adultos tuviéramos que hacer un trabajo sobre cada libro leído, ¿quién leería? Un beso desde Málaga.
Nos cuesta dejarles un espacio para sus preferencias, para sus intereses... y para expresar sus opiniones y sus conocimientos a través de medios más motivadores. Tenemos que encontrar el equilibrio entre lo que nosotros queremos y lo que ellos quieren... Saludos.
Genial, Elena. Me lo copio. A veces somos los propios maestros los que hacemos que los niños odien los libros. Que lean porque les plazca, por gusto. Si los adultos tuviéramos que hacer un trabajo sobre cada libro leído, ¿quién leería?
ResponderEliminarUn beso desde Málaga.
Nos cuesta dejarles un espacio para sus preferencias, para sus intereses... y para expresar sus opiniones y sus conocimientos a través de medios más motivadores.
EliminarTenemos que encontrar el equilibrio entre lo que nosotros queremos y lo que ellos quieren...
Saludos.